martes, 25 de enero de 2011

Madre mía... lo que hay que oír

     Tras un pausa, la verdad que algo prolongada, vuelvo a la creación de entradas propiamente dichas. Y ustedes, sabios lectores, se preguntarán: ¿Y por qué ahora, con lo bien que se esta sin hacer nada?. Pues bien, esta mañana en la clase de filosofía (asignatura a la que esta dedicada este blog), se ha producido un acontecimiento, que la verdad, aunque no debería haberlo hecho, me ha exacerbado un poco. Un compañero de clase ha intentado, y creo que lamentablemente lo ha logrado, defender el papel de la iglesia en la edad media, pero esto no es lo que me ha exacerbado, la actitud del compañero, más que irritarme, me ha sido de admirar, porque para defender el papel de la iglesia en la edad media, me van a perdonar la vulgaridad, pero hay que tenerlos bien puestos y tener las ideas y las convicciones muy claras, y eso es de admirar. La actitud del profesor no tanto, porque estando en posesión de los conocimientos precisos para discutirle la mayor parte de los argumentos de el compañero, que los hay, igual que hay argumentos a favor del genocidio, el regímenes dictatoriales y la pena de muerto, y no los estoy comparando, solo digo que no hay nada indefendible,  pues el profesor no se los ha discutido, o se los ha discutido con miedo o excesiva delicadeza, me imagino que para no herir su fe. 

     Bueno, pues tras este breve relato de lo que me ha motivado a escribir esta entrada, y sin ánimo de convertir esto en un foco de confrontaciones ni muchísimo menos, paso a dar mi punto de viste sobre este tema, siempre con todo el respeto que se merece la religión, los creyentes y la fe, diría que también con todo el respeto a la Iglesia, pero si soy honesto , esta no me lo merece demasiado.

     La Iglesia no jugó un papel en la Edad Medía, jugo el papel, era la protagonista de esa película y la única en el escenario. Si Dios existe, en esa época fue cuando la Iglesia consiguió parecerse más a él, porque era algo que estaba por encima de absolutamente todo, y que lo controlaba todo, el ojo que todo lo ve, reyes, leyes, impuestos, nobles ... todo estaba por debajo de ella. Desde luego, la edad media no fue una época oscura, para la Iglesia fue la época de oro. Antes de continuar con la reflexión, me van a permitir decir que lo siento mucho, pero voy a tener que generalizar, seguro que hay alguna excepción en algo que diga, pero es que si no generalizo me es imposible hablar de cualquier tema. Decir que la Iglesia favorecía la ciencia y la investigación, más que un chiste, es un insulto a la historia, porque lo que pasaba en aquella época cuando alguien iba en pro de la ciencia y la investigación y se planteaba muchas de las cosas del sistema de la iglesia lo que pasaba queda bastante bien resumido en las siguientes líneas: 
"Contra Miguel Servet del Reino de Aragón, en España: Porque su libro llama a la Trinidad demonio y monstruo de tres cabezas; porque contraría a las Escrituras decir de Jesús Cristo es hijo de David; y pro decir que el bautismo de los pequeños infantes en una obra de brujería, y por muchos otros puntos y artículos y execrables blasfemias con las que el libro está así dirigido contra Dios y la sagrada doctrina evangélica, para seducir y defraudar a los pobres ignorantes. Por estas y otras razones te condenamos, M. Servet, a que te aten y lleven al lugar de Champel, que allí te sujeten a  una estaca y te quemen vivo, junto a tu libro manuscrito e impreso, hasta que tu cuerpo quede reducido a cenizas, y así termines tus días para que quedes como ejemplo para otros que quieran cometer lo mismo."

El de Miguel de Servet, es solo un ejemplo , quizás el más famoso, de cual era la relación de la iglesia con la razón, la ciencia, la investigación, y el libre pensamiento, pero hay muchos más, como el de Giordano Bruno, religioso y profesor que fue acusado de herejía, blasfemia e inmortalidad por "sus enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares y la infinitud del universo" O el caso de Cayetano Ripoll, maestro de escuela acusado de no creen en los dogmas católicos, y que fue condenado por la Santa Inquisición y en nombre de la Santa Madre Iglesia a morir en la horca y quemar sus restos en público. Ya digo que estos son solo unos ejemplos y los casos más famosos y que han transcendido hasta nuestro días.

Es probable que los mayores "herejes" fueran los mismos altos cargos de la iglesia, porque su relación con Dios y con la fe era bastante dudosa, al ser la inmensa mayoría hijos de nobles que eran introducidos al clero por simple y llana conveniencia.

Es bastante difícil calcular cuantas fueron las victimas de la Inquisición, pero en España los datos van desde unas 3.000 las más optimistas, hasta más de 30.000 los qué es probable que exageren, sin embargo, es fácil de entender su creación, la Iglesia gracias a diezmos, tributos de los campesinos que trabajan sus tierras, todas las "donaciones" de bienes y propiedades que recibían de campesinos y nobles para que ellos salvaran su alma, las indulgencias, estar exentos de impuestos ...., se estaban convirtiendo en los dueños y señores del mundo feudal, y no iban a dejar que nadie les fastidiase el negocio.

También he tenido hoy que oír, que la Iglesia favoreció la cultura y el arte, y en gran parte es cierto, mientras que los cuadros fuesen religiosos, ellos encantados, podía hacer todos los cuadros que quisieran, eso sí, que no vean nada que se considerase herejía, o que atacaba a Dios o a los dogmas de la iglesia, porque iban los cuadros a la hoguera y tu detrás.

Pero mi mayor asombro no hay sido ninguno de estos que he enumerado anteriormente, mi mayor asombro ha venido cuando he odio que las riquezas del vaticano son un leyenda urbana, afirmación tras la cual he quedado patidifuso, pero pasemos a verlo:

- El Vaticano posee el segundo tesoro en oro más grande del mundo, solo por detrás de EEU, con 7.000 millones de liras, unos 3.500.000.000 Euros.
-Acciones: Las reservas financieras exteriores del Vaticano se encuentran concentradas principalmente en Wall street. En total el patrimonio de la central de la iglesia, en acciones y otras participaciones en capitales, superan en bastante los 100 mil millones de Euros.
-Consorcios: El Vaticano es hoy el consorcio económico-religioso más grande del mundo y sólidamente comprometido en innumerables empresas del ámbito de inmobiliarias, plástico, electrónica, acero, cemento, textiles, química, alimentos y construcción. El Vaticano es dueño de muchos de los bancos romanos más influyentes y participa en Europa, Norte y Sudamérica, en una abrumadora cantidad de poderosas empresas, algunas pertenecen mayoritariamente al Vaticano, como por ejemplo: Alitalia y Fiat.
-Tierras: La Iglesia es el mayor terrateniente del mundo occidental, algunos ejemplos, Alemania con 8,5 mil millones de metros cuadrados, es el mayor propietario de tierras, Italia con más de 500 mil ha. de superficie agraria, España con aproximadamente el 20% de toda la campiña, igual que en Argentina, Inglaterra con unas 100.000 ha. y EEUU con más de 1.100.000 ha. de superficie agraria.
-Inmuebles: el vaticano es el mayor poseedor de inmuebles, no se pueden hablar de inmuebles en forma particular, sino más bien de ciudades o barrios, un tercio de todos los inmuebles de Roma están en poder del Vaticano, en la zona del centro histórico de Roma poseen unos 2.500 palacios. En la ciudad de Verona las propiedades la iglesia superan el tercio el total.

Con todo esto, y otros muchos datos más que se podrían dar, se puede decir que la Iglesia, mal, lo que se dice mal de dinero no esta.

Bueno, pues creo que aquí doy por zanjada mi opinión sobre este tema, y reitero que sin querer que esto se convierta en un foco de confrontaciones por parte de nadie, simplemente he querido dar mi opinión sobre un tema y que creo que no había sido contestado debidamente. FILOSOFEANDO QUE ES GERUNDIO, TU BLOG  Y ESPERO QUE CADA DÍA EL DE MÁS GENTE.
 

lunes, 10 de enero de 2011

Disertación Filosofica

Para inaugurar el nuevo trimestre, procedo a publicar mi disertación sobre la relación entre conocimiento y felicidad, disertación de la que no estoy especialmente orgulloso, pero esto es lo que hay. 

     ¿El conocimiento nos conduce a la felicidad?, ¿es más feliz el que más sabe?, ¿el saber te hace más libre? Se nos pregunta sí el conocimiento nos hace felices, si es bueno saberlo todo o si hay cosas que es mejor no conocer. ¿La ignorancia nos puede hacer más felices o nos hace más vulnerables? Esta es una pregunta que está bastante presente a la sociedad, hay frases como “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Intentaré dar mi opinión al respecto, otras opiniones,  justificarlas, y dar una respuesta en la medida de lo posible.


     El ser humano, por lo general, siempre ha indagado y buscado el por qué de las cosas, ha tenido sed de conocimientos, sin embargo, el miedo es el temor a lo desconocido. ¿Por qué tenemos miedo a lo desconocido y al mismo tiempo siempre queremos saber más de lo que sabemos? Para intentar responder a la pregunta que se nos plantea, primero debemos saber qué es el conocimiento, y los distintos tipos de conocimiento que existen. Según la definición del diccionario conocer no es más que averiguar por el ejercicio  de las facultades intelectuales la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas. Pero sin duda hay diferentes tipos de conocimientos que son necesarios separar, el conocimiento académico: idiomas, historia, matemáticas, física… y el conocimiento que vas más allá de todo eso, y que se pregunta el por qué de todo.  El primer tipo de conocimiento considero que si que puede conducir a la felicidad, sin duda sabiendo multitud de aspectos como los que anteriormente se enumeran estas más preparado para afrontar el mundo, y para desarrollarte como persona, a mi si que me haría más feliz conocer idiomas, saber biología, matemáticas … Pero este tipo de conocimiento tampoco tiene por qué conducirte necesariamente a la felicidad, te puede conducir a la felicidad, pero igual que lo puede hacer otros aspectos, como el amor, el dinero, la salud, las buenas capacidades sociales… Por lo que en mi opinión este tipo de conocimiento si que puede conducir a la felicidad, pero es en el segundo tipo de conocimiento donde a mi se me plantean más dudas sobre si realmente conducen a la felicidad.

     Comenzaré diciendo que hay cosas que es mejor no saber, me explico: saber, por ejemplo, el día y la hora en la que vas a morir, en el supuesto caso de que se pudiera conocer, no te haría más feliz, todo lo contrario, te haría más desgraciado, no vivirías igual que antes. Otra gente opinaría que saber cuando vas a morir te permitiría aprovechar mejor cada día y despedirte de tus seres queridos, pero ya estarías condicionado por un conocimiento que no te permitiría ser libre realmente. O como por ejemplo, en el caso que se plantea en la película Matrix, en la que el mundo en el que viven los humanos no es real, y todo es una mentira, ¿por qué el mudo real es mejor que la mentira en la que vivo?, sí en esa mentira soy feliz ¿Por qué debería conocer la verdad? No creo que malo conocido sea mejor que bueno por conocer, pero si que creo que más vale vivir feliz en la ignorancia que desgraciado en el conocimiento. Mi vida es mi vida, y mi mundo es mi mundo,  y sea o no como yo lo veo, para mi es mejor así y no tengo interés en conocer como es realmente el mundo si ello me va ha hacer más desgraciado. Aquí ya entramos en la cuestión de que es la verdad y la mentira, ¿Por qué algo debe de ser mentira si es así como yo lo veo?

      Hay gente que conoce mucho y por eso sufre, ya que el cúmulo de conocimientos les hace ver las cosas con mayor dureza que el resto de las personas, muchas veces conocer algo que no te gusta te hace más infeliz. Es mejor conocer para saber a lo que uno se expone en cada momento y valorar todo lo que hay en nuestro alrededor con mayor claridad y no estar engañados, siempre que estos conocimientos nos reporten felicidad. Deberíamos interesarnos por los conocimientos que nos pueden llegar a hacer la vida más fácil, más agradable y en definitiva más feliz, y deberíamos dejar de lado los conocimientos que no nos conlleven ningún beneficio. A la felicidad pueden conducir muchos aspectos, y el conocimientos en algunos casos puede ser uno de ellos, pero el conocimiento por sí solo no creo que conduzca a la felicidad. Y para concluir reitero la frase anteriormente dicha: Más vale una vida feliz en la ignorancia que una vida desgraciada y en posesión de todos los conocimientos.